Los cambios en la normativa apuntan a permitir la venta de bebidas y bocadillos en paradas de charcutería, bodegas y pescadería.
24.02.13 – 00:49 – PACO MORENO | VALENCIA. LAS PROVINCIAS
En una charcutería podría autorizarse el consumo de vino y cerveza, refrescos y hasta bocadillos elaborados en el propio puesto. Es sólo un ejemplo de las nuevas actividades que se estudian para la futura ordenanza de mercados municipales, cuyo primer borrador ha sido remitido ya por el ayuntamiento a las distintas asociaciones de vendedores. Se trata, indicó la concejala de Mercados, María Jesús Puchalt, de abrir ahora el debate y el periodo de consultas para consensuar la nueva normativa.

La idea está clara, aunque no hay prisa. Los hábitos de los clientes en los mercados están cambiando a ojos vista y el consistorio ha decidido adaptarse. La apertura de puestos de venta de ostras con degustaciones incluidas, como ocurre en Mosén Sorell, así como bares de prestigiosos cocineros, léase el caso de Ricard Camarena en el mercado Central, ha acelerado los cambios.
Puchalt matizó que de momento sólo se ha pasado una relación de epígrafes con las nuevas actividades. Ahora es el momento de escuchar ideas. Además de la venta de bocadillos y bebidas en las charcuterías, otro ejemplo que se cita es el de las panaderías, donde se habla de venta de cafés y refrescos, incluso con la opción de una terraza.
Todas estas actividades deben pasar por el tamiz de la concejalía de Sanidad, para que se cumplan las normas higiénico-sanitarias. En el borrador se habla también de que el consumo en los pasillos de un mercado «supone sin duda la posibilidad, casi la certeza, de que desperdicios diversos (cáscaras, servilletas, palillos y restos de alimentos) queden en el suelo». Por ese motivo, la concesión de la nueva actividad supondría la obligación de mantener limpio el pavimento.
Otras actividades que se apuntan son las que se refieren a bodegas y vinos, donde «podría autorizarse el consumo de charcutería, frutos secos y salazones». En los puestos de comida preparada, se habla de la opción de vender consumiciones de vino y café, mientras que hasta en las pescaderías podrían venderse degustaciones de «crustáceos de consumo crudo, al igual que bebidas como vino y refrescos». Son sólo ejemplos de propuestas que se definirán en unos meses y que cambiarán radicalmente la imagen actual de los mercados municipales.